Cómo logré recuperarme de la depresión superando la procrastinación de toda mi vida

719326 views

Hola, soy Michelle y escribo esto muy aliviada. De verdad siento como si me hubiera quitado un enorme peso de mis hombros y quiero contarte por qué.

Lo que espero es que puedas ahorrarte el sufrimiento por el que yo tuve que pasar y puedas dejar de procrastinar antes de que sufras los estragos que causó en mi vida. Aunque al final terminé siendo mucho más feliz y, para ser sincera, una mejor persona, el camino que tuve que recorrer para llegar hasta aquí no se lo desearía a nadie.

Solo otro día

Desde que me acuerdo, siempre he sido una procrastinadora. En primaria, mis maestros me advirtieron que la costumbre de esperar a último minuto para acabar las tareas se volvería en mi contra algún día. Sobra decir que su consejo me entró por un oído y me salió por el otro.

Esto continuó durante la universidad, pero igual pude graduarme sin mucho estrés. Por supuesto, varias veces tuve que estudiar toda la noche de corrido, pero yo pensaba que era parte de ser una estudiante universitaria. Además, si metía la pata, yo era la única que salía perjudicada. Todo eso cambió cuando comencé una familia.

Efecto negativo

¿Te preguntas qué diferencia puede marcar tener esa responsabilidad? Anteriormente, cuando trabajaba en un proyecto o lograba algo a pesar de postergarlo todo, sentía una enorme sensación de triunfo. Pensaba: “¡Sí! ¡Lo conseguí!”

Pero cuando mi costumbre de procrastinar empezó a afectar directamente a mi familia, esa sensación de estar en la cima del mundo se convirtió en una sensación constante de terror.

De repente, mi procrastinación estaba complicando más la vida de mis seres queridos. Si esperaba a último minuto para pedir las citas médicas de los niños, eso significaba que no estaban recibiendo la mejor atención posible.

Cuando pagaba tarde las facturas, sacaba a mi esposo de quicio y nos ocasionó muchos dolores de cabeza mientras intentábamos organizar nuestra economía.

Mientras todo eso pasaba, yo sabía que, si podía adelantarme a las cosas en vez de siempre estar retrasada, todo sería mucho más fácil y mi familia estaría mucho mejor.

Pero es que simplemente no podía.

Y mientras mi procrastinación seguía causándoles dificultades a mi familia, yo empecé a caer en una depresión y ansiedad más y más profunda. No solo me sentía como una fracasada por ser la causa de todo esto, sino que mi estado de ánimo diario se volvía cada vez más negativo.

No era agradable estar conmigo.

Evidentemente, mis hijos lo notaron y preferían hacer todo lo posible por interactuar con mi esposo en vez de conmigo. Eso me hizo sentir como una madre y una persona patética.

El final

Mientras seguía viendo a mis hijos crecer sin hacer parte de sus vidas, sin poder celebrar sus éxitos ni ayudándolos cuando tropezaban, mi matrimonio estaba al borde del colapso. Mi esposo no podía con todo: especialmente cuando tenía que pasar su tiempo y energía ayudándome a mí también.

Así que me dio un ultimátum. O haces algo o esto se acaba.

Él sabía que era la única manera de hacerme actuar.

Me ayudó a encontrar a una terapeuta para intentar identificar la causa de mi procrastinación y toda la angustia mental que conllevaba.

Pero era más fácil decirlo que hacerlo.

Aunque mi terapeuta pudo ayudarme a identificar cómo mi procrastinación estaba relacionada con mi depresión, dar el paso de cambiar mi comportamiento era una historia totalmente diferente.

Naturalmente, lo primero que probó fue un tratamiento de antidepresivos y ansiolíticos. Cuando llevaba seis meses con eso, me sentía incluso más desconectada del mundo a mi alrededor e indecisa sobre la vida. Y lo peor de todo es que la procrastinación continuó siendo mi método para lidiar con casi todo. Quería dejar los medicamentos, pero mi esposo y la terapeuta estaban reacios a que los dejara sin cambiarlos por otra cosa.

Entonces, una mañana, mi esposo me llamó y me mostró un sitio web. Me hicieron preguntas sobre la naturaleza de mi procrastinación y cómo me hacía sentir, y mi esposo me convenció de que las respondiera con sinceridad.

Cambio radical

Basándose en mis respuestas, el sistema (guiado por psicólogos y profesionales del bienestar) diseñó un plan personalizado de tres meses y decía que me ayudaría a dejar de procrastinar.

Mi esposo y yo teníamos dudas; después de todo, nada había funcionado hasta ese momento.

Pero por esa misma razón y porque estaban ofreciéndome un gran descuento que hacía que el programa fuera mucho más barato que la terapia, decidimos intentarlo.

No voy a sentarme aquí y predicar que todo cambió de la noche a la mañana. No fue así. Sin embargo, en el panorama de mi vida, el mes que tardé en empezar a ver resultados fue muy poco en comparación con los meses de estancamiento anteriores a esto y todos los años previos de estrellarme una y otra vez.

Pero los resultados llegaron y mi forma de ver la vida cambió por completo.

Siempre por delante

Básicamente, lo que hizo este plan fue reprogramar mi rutina diaria para que la procrastinación fuera algo que ni se me pasara por la cabeza. No tenía nada de sentido esperar para hacer algo cuando podía hacerlo de inmediato.

Ese cambio radical de perspectiva fue lo que me liberó de mi procrastinación y a medida que empezaba a adoptar una perspectiva proactiva con mi vida, mi autoestima también empezó a mejorar. Ya no me sentía como una fracasada y ya no sentía que nadie quería estar conmigo.

Por fin, sentía que no pasaba todo el día poniéndome al día y espero nunca volver a sentirme así.

¡Y pensar que todo empezó con un simple test!

Haz clic y responde al test inicial de Virtue Map y tu plan personalizado estará listo en cuestión de minutos.

Después de eso, solo queda que decidas intentarlo.

Al fin y al cabo, si estás en una situación como la mía, hay mucho por ganar y muy poco que perder al intentarlo.

¡Te deseo la mejor de las suertes en este camino!

Responde un test rápido y descubre qué enfoque antiprocrastinación es el mejor para ti
Boletin informativo
Únete a nuestra lista de correos electrónicos para recibir información útil sobre salud mental y productividad

Copyright © 2022 Virtue Map. All rights reserved.
Virtue Map does not provide medical advice, diagnosis or treatment.